Ésta no es una entrada que quepa interpretársela como una soez muestra de chovinismo regional. Nada de eso. Por el contrario, esta guíada por el más recio y estricto ejercicio intelectual llevado hasta sus últimas consecuencias. Esta entrada no pretende sino evidenciar aquella conjetura que los filósofos, científicos e intelectuales en general de toda región han sospechado desde tiempos inmemoriales, a saber: la excelencia en el campo de la excepcionalidad del vitoriano prototípico. Este post, a fin de cuentas, pretende demostrar, bajo el ejercicio de la más exacta y rigurosa lógica, que el título de esta entrada es verdad y, por ello, irrefutable. Y la demostración es la siguiente:
Cojamos el conjunto de todos los vitorianos y establezcamos dos conjuntos, que serán conjuntamente exhaustivos, esto es, que su intersección de lugar al conjunto vacío. Al primero irán a parar todos aquellos individuos que destaquen por alguna cualidad que les diferencie del resto: ser futbolista, ser alcalde, ligar mucho, tener un nivel de lectura muy rápido, ser muy feo, ser muy alcohólico, etc. Al segundo conjunto irán a formar parte todos aquellos individuos que no destaquen por ninguna cualidad en especial; será el conjunto formado por todas aquellas personas que podríamos llamar normales. Si nos fijamos en el segundo conjunto, debe existir el vitoriano más normal y anodino de la colección de individuos; esa persona precisamente será por ello mismo excepcional y deberá entrar a formar parte del primer conjunto. Pero una vez hecha la operación, un nuevo vitoriano será la persona más normal de entre los normales, y por ello mismo será también trasvasado al primer conjunto. Al cabo de poco tiempo, y por inducción matemática, no habrá ningún vitoriano en el conjunto de las personas normales, con lo que se habrá demostrado que todos los vitorianos son excepcionales.
Sí. Este razonamiento está al abrigo de cualquier duda, pues su estructura formal lo hace irrefutable. Ahora bien, ¿qué significa ser excepcional?
Cojamos el conjunto de todos los vitorianos y establezcamos dos conjuntos, que serán conjuntamente exhaustivos, esto es, que su intersección de lugar al conjunto vacío. Al primero irán a parar todos aquellos individuos que destaquen por alguna cualidad que les diferencie del resto: ser futbolista, ser alcalde, ligar mucho, tener un nivel de lectura muy rápido, ser muy feo, ser muy alcohólico, etc. Al segundo conjunto irán a formar parte todos aquellos individuos que no destaquen por ninguna cualidad en especial; será el conjunto formado por todas aquellas personas que podríamos llamar normales. Si nos fijamos en el segundo conjunto, debe existir el vitoriano más normal y anodino de la colección de individuos; esa persona precisamente será por ello mismo excepcional y deberá entrar a formar parte del primer conjunto. Pero una vez hecha la operación, un nuevo vitoriano será la persona más normal de entre los normales, y por ello mismo será también trasvasado al primer conjunto. Al cabo de poco tiempo, y por inducción matemática, no habrá ningún vitoriano en el conjunto de las personas normales, con lo que se habrá demostrado que todos los vitorianos son excepcionales.
Sí. Este razonamiento está al abrigo de cualquier duda, pues su estructura formal lo hace irrefutable. Ahora bien, ¿qué significa ser excepcional?
1 comentario:
No sabía que los vitorianos os identificais haciendo el gesto del nº 666
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