Ahora te diré la respuesta a mi pregunta. Se trata de esto: el Partido quiere tener el poder por amor al poder mismo. No nos interesa el bienestar de los demás; sólo nos interesa el poder. No la riqueza ni el lujo, ni la longevidad ni la felicidad; sólo el poder, el poder puro. Ahora comprenderás lo que significa el poder puro. Somos diferentes de todas las oligarquías del pasado porque sabemos lo que estamos haciendo. Todos los demás, incluso los que se parecían a nosotros, eran cobardes e hipócritas. Los nazis alemanes y los comunistas rusos se acercaban mucho a nosotros por sus métodos, pero nunca tuvieron el valor de reconocer sus propios motivos. Pretendían, y quizá lo creían sinceramente, que se habían apoderado de los mandos contra su voluntad y para un tiempo limitado y que a la vuelta de la esquina, como quien dice, había un paraíso donde todos los seres humanos serían libres e iguales. Nosotros no somos así. Sabemos que nadie se apodera del mando con la intención de dejarlo. El poder no es un medio, sino un fin en sí mismo. No se establece una dictadura para salvaguardar una revolución; se hace la revolución para establecer una dictadura. El objeto de la persecución no es más que la persecución misma. La tortura sólo tiene como finalidad la misma tortura. Y el objeto del poder no es más que el poder. ¿Empiezas a entenderme?
Fragmento de 1984
George Orwell
La continuación de la autoridad en un mismo individuo frecuéntemente ha sido el término de los gobiernos democráticos. Las repetidas elecciones son esenciales en los gobiernos populares, porque nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo en un mismo ciudadano el poder. El pueblo se acostumbra a odecerle y él se acostumbra a mandarlo; de donde se origina la usurpación y la tiranía. Un justo celo es la garantía de la libertad republicana, y nuestros ciudadanos deben temer con sobrada justicia que el mismo magistrado, que los ha mandado mucho tiempo, los mande perpetuamente.
Quien me conoce sabe que no soy muy amigo de eso que comúnmente se denomina teorías de la conspiración. Ya sabéis, ocurre algo, se desconocen las causas y se inicia una investigación según indicios que encajan con el sentido común. Todo parece encajar hasta que alguien propone una hipótesis alternativa, mucho más enrevesada y que lo complica todo. Un buen ejemplo de esto era cuando eras pequeño y se te "olvidaba" hacer los deberes y tú recurrías a la explicación del perro y su insaciable gula por la celulosa (¿alguien recurrió a esa explicación alguna vez?). Independientemente de que fuera mentira o no, resultaba poco creíble. Otro ejemplo más reciente puede ser el de Pe Drojota y su particular versión del 11-M.
En general, puede decirse que las hipótesis explicativas que caen bajo el paraguas "teorías de la conspiración" adolecen todas ellas del mismo racimo de problemas: inflación causal (caso del perro), inflaciónteleológica o inflación por descuido (caso del 11-M). Seguramente el primer teórico que habló de todas estas cosas fue Guillermo de Occam. Y lo que dijo aún sigue vigente. Su navaja, pese al paso de los siglos, aún no se ha oxidado. Algo sólo posible para un temperamento adelantado su época, que diría aquel. O un hiperbóreo, que diría el otro.
Sea como fuere, últimamente dudo de estas ideas. No es que los conceptos estén mal cuando más bien se trata de una cuestión de aplicación de los mismos. Pues, pensando en estas cosas, creo haberme dado cuenta de que no existen inflaciones ontológicas más que desde perspectivas concretas. Al menos las cosas no están claras siempre desde un punto de vista neutral. La navaja de Occam es un criterio pragmático de decisión, pero desgraciadamente no es el único. El peso de la tradición muchas veces ejerce de losa cohercitiva sobre nuestros párpados, haciéndonos creer que interpretamos un suceso bajo el filo de la famosa navaja cuando, en realidad, sólo estamos siendo presa del adiestramiento.
Vean el siguiente documental: Zeitgeist, de PeterJoseph. Probablemente sea un caso claro de inflaciónteleológica. Pero piensen en una cosa: ¿Qué relato hubieran creído antes de conocer nada (imagínense una tabula rasa), la visión heredada o Zeitgeist? Da que pensar.
PS: Ahora no vayan a creerse a pies juntillas lo que PeterJoseph tiene que contarles. Que les conozco...
El boca a boca suele ser la mejor propaganda para que un blog crezca. Bueno, un blog o cualquier otro producto telemático. Se le suele llamar a esto marketing viral y el blog de la chica de la que os voy a hablar hoy bebe un poco de eso. De eso y del hecho de que halla aparecido en televisión (en Sé lo que hicisteis...)
Eva se Desnuda es el blog de una estudiante de Ciencias Políticas. Pero este no es un blog cualquiera. Su intención es cuasirevolucionaria y tiene ciertos tintes heroicos: criticar a la política mediante la "exposición" de su cuerpo. Más concretamente: por cada decepción que se lleve en la campaña electoral, la muchacha se quitará una prenda de ropa. Vamos, un streaptease con mensaje subversivo. O al menos subversivo sobre el papel.
Me muestro bastante escéptico acerca de la finalidad de la iniciativa. La ausencia de críticas argumentadas la justifica Eva por el hecho de que cualquiera de sus compañeros de carrera, su vecina del tercero o hasta Raphel podrían hacerlo. Que va al grano es indiscutible, tanto como el hecho de que todo los vídeos se hayan grabado de una vez ("sabiendo" que la iban a decepcionar). Por eso me temo de que todo este asunto se tiña enseguida de vacuidad. Aunque tal vez eso sea un error de partida.
De todas formas, la iniciativa, con todo, me parece loable. Para empezar es una crítica más allá de los argumentos. Cuando los errores de los partidos políticos empiezan a tornarse sempiternos y, en consecuencia, las críticas hacia esos errores se tornan sempiternas, parece necesario un ir más allá cuando la decepción se muestra inmutable. Eva lo hace.
Por otro lado, la iniciativa en sí misma es una confrontación directa ante la moral puritana de ciertos sectores dominantes de la sociedad. Los viejos tabúes, las caducas normas no escritas, el convencionalismo insulso e injustificado, todo eso, es el foco de crítica paralela y sumergida bajo el leivmotiv principal. Si cada vez más filósofos y científicos consideran la mente (sea lo que sea) como algo emergente de la fisiología humana, no como una esencia desligada del cuerpo, sino precisamente manifestada en el cerebro y en el cuerpo en toda su totalidad, parece razonable y lícito que el cuerpo se convierta en una herramienta más de crítica. Para mi esto es clave y es lo que dota de sentido a la idea.
Habrá quienes opinen que esto no es más que un simple intento cutre de llamar la atención. Autobombo. Y es posible que quienes piensen así tengan razón. Yo, de hecho, ya he manifestado que me muestro un tanto escéptico ante la situación. Quizá, después de todo, la idea no sea más que un engaño. Pero prefiero pensar, ante la ausencia de datos, que las cosas no vayan a concluir así. Eso sólo lo sabremos con el tiempo.
Mientras tanto, nos queda su sensual y precioso cuerpo como símbolo de una idea por la que merece luchar. Ahí va el enlace a su blog. Que lo disfrutéis.
Siempre que la fecha enmarcada para unas elecciones se presenta próxima, los votantes son avasallados con mensajes del tipo no tires tu voto a la basura, vota con sentido o vota útil. Los jefes de propaganda de los principales partidos políticos pretenden ganar para su grupo los votos de los votantes indecisos de los partidos políticos minoritarios. Y lo peor de todo es que ese mensaje suele calar en esa parte del electorado. Pero ladiesandgentlemen: el lema del voto útil es la falacia del voto útil.
Por voto útil se suele entender aquel voto que es emitido en favor de un partido político mayoritario, esto es, hacia un partido que presumiblemente va a obtener abundante representación en unas elecciones cualesquiera. Por contraposición, debe entenderse por voto inútil exactamente lo contrario: el voto en favor de un partido que va a obtener escasa representación. Las consecuencias de este planteamiento son absurdas.
La principal es que establece una distinción ilógica. Por definición, es democrático el sistema electoral que premia con el mismo valor a todos los votos. De este modo, resulta incompatible afirmar que existe diferencia en cuanto a la cualidad de los votos en virtud de un criterio basado en la utilidad y, al mismo tiempo, afirmar que vivimos inmersos en un sistema democrático. O todos los votos son útiles o todos son inútiles.
Se aduce, entonces, que la diferencia de cualidad se infiere de la diferencia de cantidad, es decir, que a mayor cantidad de votos acumulados, cada nuevo voto tiene un peso cualitativamente distinto (es más útil). Pero esto sólo tendría sentido si las elecciones se dieran por tandas, en distintos momentos temporales, y que por cada nueva tanda se conocieran los resultados de la anterior. Pero éste no es el caso. El escrutinio en el sistema electoral en el que vivimos se produce una vez dados todos los votos.
Concluyendo: Todo eslogan que reclame el voto útil es un eslogan falaz. Es tan útil votar al PACMA o a Democracia Nacional como al PSOE o al PP porque la utilidad o la inutilidad no entran en escena. Simplemente todos los votos valen lo mismo. El problema, no obstante, no es que se introduzca un absurdo lógico. El verdadero problema del voto útil es que introduce un sesgo demagógico. Predispone a un cierto tipo de voto en oposición a otro y, con ello, se cercena la libertad de elección del individuo.
Todos nos quedamos con cara de palo cuando en su última intervención Rajoy hizo acopio de propuestas de futuro. Sí, fue el momento estelar del debate. El momento galáctico. El momento de la niña de Rajoy. Lirismo y un cierto toque näif impregnó la situación. Fue mágico. Idílico. Yo casi lloré.
La gente del programa Nada Partidarios ha encontrado a la niña de Rajoy. Estaba en los Alpes suizos y, bueno, mejor que la veáis vosotros.
Más allá de la cuestión del bipartidismo, del escaso margen para la improvisación debido a la meticulosa planificación del entuerto y al hecho, palmario, de que en este país no hay cultura de la confrontación de ideas, creo que a todos los que vieron el primer debate entre Zapatero y Rajoy, y que tengan un poco de sentido crítico, les pareció todo una patochada. Fue más una exposición de errores del pasado que una confrontación de propuestas para el futuro. Pareció más un "debate" sobre el estado de la nación en los últimos 15 años que un debate acerca del futuro en el próximo cuatrienio. Y fue más una sucesión de ataques y contraataques a la línea de flotación enemiga que un debate guiado por la senda de los argumentos razonados. Las salidas de tema fueron la norma y la demagogia le ganó la partida a las demostraciones y a las refutaciones. En definitiva: no hubo espíritu democrático.
Uno de los males de la democracia representativa en la que vivimos es el sistema de financiación de los partidos políticos. Este tema da para hablar largo y tendido, pero lo que me interesa ahora es apuntar a que este sistema propicia la nefasta consecuencia de que vivamos en un modelo democrático en el que sin afiliados, los partidos políticos no subsisten. Esto trae como efecto el hecho de que una gran masa del electorado sea de ideas fijas o, expresado de un modo más certero, el hecho de que una gran masa del electorado, por su propia afiliación a este o aquel partido político, no sea capaz de pensar por sí misma. No ser capaz de contradecir a tu representante. Apoyar a éste en sus propuestas hasta las últimas consecuencias.
El debate del lunes no fue un debate. En realidad fue un doble mitin, con reparto de tiempo equitativo, pero una proclama ante los fieles de PP y PSOE al fin y al cabo. De este modo, Rajoy y Zapatero sólo consiguieron "convencer" a los ya convencidos.
En democracia, y más en democracia representativa, se debe exigir a nuestros representantes que sean capaces de persuadir por medio de argumentos. La democracia no debe ser un simple sistema legislativo y el espíritu democrático no debe reducirse a un votar cada cuatro años. En democracia debe haber persuasión y, ésta, no debe llevarse a cabo por medio de cualquier medio, sino sólo por el cauce de la discusión. Y discusión significa ofrecer argumentos y contraargumentos, buscar inconsistencias en las posturas del otro contendiente y reconocer los errores allí donde los haya.
Bien, todo esto el lunes no lo hubo y, con ello, los dos partidos más importantes del estado perdieron una oportunidad magnífica para convencer al electorado indeciso. Pero lo más grave no es eso, o si se quiere, lo más grave es el otro perfil de la moneda: el hecho de que el porcentaje (escaso, pero ciertamente autónomo) de la ciudadanía que se mantiene indecisa no tenga, a día de hoy, elementos de juicio para emitir su voto. O lo que es lo mismo: no es que los dos principales partidos políticos en liza no consiguieran colmar sus expectativas, es que con ello producen un tremendo daño en la sociedad (autónoma) y, en consecuencia, al espíritu democrático.
Hoy retransmiten en la 1 a las 22:00 un debate que pomposamente se ha titulado Siete Líderes. En él veremos a un representante de los principales partidos políticos del país: PSOE, PP, IU, PNV, CiU, ERC y Coalición Canaria. Con esto al menos se soluciona, en parte, el hiriente asunto del bipartidismo. Lo demás no sé. Y el lunes que viene, la secuela del cara a cara. Dicen que segundas partes nunca fueron buenas. Esperemos equivocarnos y que tanto Zapatero como Rajoy rectifiquen en sus planteamientos. Soñar es gratis.
Comienza la campaña electoral, al menos sobre el papel. Entramos en una fase de la vida política en la que la etología de nuestros presuntos representantes se asemeja demasiado a la de cualquier bicho digno de ser documentado en NationalGeographic (Punset, acabo de darte una idea). Es época de mensajes descolocantes, impulsivos, holísticos, redundantes y permeables. De retórica y elocuencia vacía. De photoshop y WindowsMovieMaker. De imagen y sonido. De forma y no de contenido. De propaganda en una palabra.
Y si de propaganda trata la cosa, olvídense de Platón, Aristóteles, Maquiavelo (tampoco mucho), Locke o Rawls. No les van a servir de nada. Si la cosa trata de propaganda, amigos, remóntense al viejo Goebbels. Recordemos los principios a los que debe aspirar una propaganda si pretende ser eficaz:
1. Principio de la simplificación y del enemigo único. Adoptar una sola idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único individuo. 2. Principio del método de contagio. Reunir diversos enemigos en una sola categoría o individuo. Los adversarios han de constituirse en suma individualizada. 3. Principio de la Transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo al ataque con el ataque. 4. Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota en amenaza grave. 5. Principio de la Vulgarización. Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al individuo menos inteligente a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad de olvidar. 6. Principio de Orquestación. La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas. De aquí viene también la famosa frase: "Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad". 7. Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones. 8. Principio de Verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias. 9. Principio de la silenciación. Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen al adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines. 10. Principio de la transfusión. Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas. 11. Principio de Unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente que piensa "como todo el mundo", crea una falsa impresión de unanimidad.
Ahora apliquen estos principios a los discursos u oratorias de nuestros políticos. Les servirá para distinguir los argumentos de la retórica que los acompaña; el trigo de la paja. Pero también les servirá para darse cuenta de que la cosecha no es buena, de que quizá la política por estas latitudes no es fértil. Saquen sus propias conclusiones, en definitiva.
Dentro de escasos meses termina esta legislatura, la legislatura del talante. Como todas las legislaturas, marcada por sus puntos buenos y sus puntos negativos. Y como en cualquier aspecto de la vida política, abierta a la discusión.
La siguiente encuesta tenía como objetivo valorar esta legislatura. Una valoración hecha por vosotros. Así que, en cierto modo, éste sólo es un proyecto de encuesta del CIS. O la otra cara de esa encuesta. O más realistamente: la sombra de la sombra de aquella. En cualquier caso, de lo que se trataba era de asignar una nota numérica al presidente del gobierno, la cara visible del ejecutivo y el foco de las críticas, tanto positivas como negativas, de la acción emprendida en esta legislatura que ya termina. Asignando los siguientes valores numéricos:
Excelente: 10 puntos Muy Buena: 8'75 puntos Buena: 7'5 puntos Más buena que mala: 6'25 puntos Regular: 5 puntos Más mala que buena: 3'75 puntos Mala: 2'5 puntos Muy Mala: 1'25 puntos Horrible: 0 puntos
Y haciendo la media, tenemos que la valoración a Zapatero ha sido de 5'3125. Vamos, un aprobado raspadillo. Muchos estaréis en desacuerdo a la vista de la cantidad de excelentes y horribles que se han otorgado. Aunque en realidad, esos datos tan sólo me dicen el número de fanáticos que visitan este blog (sois bienvenidos, dicho sea de paso).
La media no tiene en cuenta los Ns/Nc. Estos sólo me sirven para decir que el porcentaje de participación ha sido del 94'1%. Por decir algo, porque en realidad si no sabes, no clickees, y si no contestas, pues eso, no contestas. Pero a la gente le gusta clickar y contestar, aunque sea en la opción más absurda. Un indicativo más fiable del porcentaje de participación de esta encuesta me lo da Google Analytics.
En base a las 1256 visitas recibidas durante el mes de diciembre, cabe decir que el porcentaje de participación ha sido del 3'82%. Gran porcentaje, sí señor.
Bueno ahí tenéis los datos. Si queréis hacer complejos cálculos para sonsacar no sé qué hostias, adelante. A mí no me apetece escribir ya más.
Sólo me queda deciros que ya está en marcha la siguiente encuesta del blog, la del mes de Enero de... un momento... 2008 (cómo pasa el tiempo), de título: ¿Qué juntaletras no debió haber existido jamás? Espero que seáis inmisericordes. El porcentaje de participación os lo agredecerá.
O la mejor, según como se mire. Y es que mi memoria no alcanza a recordar tamaño despropósito y semejante ejercicio de incompetencia en las labores oratorias. Pero no nos adelantemos a la descripción de lo acontecido. Para empezar, un poco de contexto.
Todo sucedió un maravilloso y resplandeciente día de septiembre de 2007, jueves 13 creo recordar. Los pájaros piaban, el viento soplaba y el lorenzo se levantaba a la orilla del Ebro ante lo que era una jornada de reencuentro político en Aragón tras las elecciones autonómicas de mayo, el pacto del PSOE con el PAR y un verano que se presuponía más caluroso de lo que realmente fue. Entre los asistentes, caras viejas, otras no tanto, y algunas susceptibles de ser consideradas sempiternas. No pertenecía a esta última clase, ciertamente, EvaTeruel. Ese día suponía su debut en la esfera política del más alto rango dentro de su comunidad. Y lo hacía como portavoz de la consejería de educación, cultura y deporte. Su tarea: presentar el programa de gobierno y responder a las objeciones presentadas por la oposición. Mañana de tensión y nervios, por tanto, para la aragonesa de 42 años técnico superior en artes plásticas y diseño y psicóloga de profesión. O al menos, eso cabría esperar. Porque diez minutos de intervención ante el atento escrutinio de los diputados y ante la mirada, en principio inquisitiva, de tu jefa es para poner nervioso a uno, sobre todo si se es principiante en esas lides. Pero esto a Eva, conocedora de los más oscuros mecanismos de la mente humana, no le asustó. Y vaya que si no lo hizo. Cargada del buen rollo que sólo las grandes jornadas de macrobotellón o las interminables sesiones delante del Tuenti pueden ofrecer, se dispuso a realizar su intervención. Una intervención, ante todo, memorable. Estelar dirán algunos.
En cierto sentido, está fuera de toda discusión que ésta sea la peor intervención política de todos los tiempos. Ni en los tiempos de la Atenas de Pericles, y eso que allí eran muy propensos a los excesos espirituosos, hay constancia de un hecho similar. Pero bien mirado, con la lente apropiada, puede ser la mejor. En fin, que tampoco es para indignarse. La mujer se lo pasó bien y me lo ha hecho pasar bien a mí. No se puede decir lo mismo de los miembros de su partido, que no tardaron en cesarla de su puesto y si me apuras, echarla del partido, excomulgarla y mandarla al patíbulo en una ejecución pública con todos los deshonores.
Pero hablando ya en un tono más serio, hay que reconocer que las formas del discurso de esta señora son inapropiadas para el contexto en que lo realiza. Ahora bien, lo preocupante no son sus risas, aspavientos y, en general, el talante de sus ademanes. Lo preocupante es que bajo la fáchada de lo políticamente incorrecto, desgrana un discurso, en cuanto a contenido, similar al de la inmensa mayoría de los políticos. Es decir: vacío y estéril. Por ello, lo preocupante no es este caso concreto, sino los innumerables casos que se suceden con normalidad en la política española. EvaTeruel, al menos, no engaña a nadie. El peligro emerge cuando el engaño se envuelve bajo el tamizado papel del aplomo, la rectitud y la retórica más políticamente correcta. Es en esos casos, en los hay que estar alerta. Es entonces cuando realmente se da la peor intervención política de la historia.
La explosión de la bomba atómica (junto quizá con el holocausto) posiblemente sea el acontecimiento más importante de la segunda guerra mundial y, por extensión, de todo el siglo XX. Desde un punto de vista filosófico, de crítica cultural y política, supuso el replanteamiento de las bases y principios sobre los que la sociedad occidental había erigido todo su entramado moral y cultural. En este sentido, se habla de la crisis de la modernidad y del fracaso del proyecto ilustrado. Esa idea generativa, asumida por todos, de que la ciencia contribuiría a un supuesto progreso de la humanidad fue puesta en cuestión. Hiroshima y Nagasaki hicieron ver al mundo que la ciencia es mucho más que una acumulación de factores epistémicos; el conocimiento como objetivo último de la ciencia se puso en tela de juicio.
La cuestión no era que la ciencia conllevara conocimiento, sino más bien qué factores no-epistémicos conllevaba también la ciencia. La tecnología, en todas sus aplicaciones y usos, fue puesta en el punto de mira como el principal catalizador de los intereses económicos y bélicos de los estados. La ciencia, en su manifestación tecnológica, no se contempló como un artefacto capaz de perfeccionar a la sociedad, sino más bien como un peligro inherente a ella.
***
Que esta clase de reflexiones fueran producto de un contexto histórico muy determinado no es un hecho baladí. Hoy en día, si bien la inmensa mayoría de la población se muestra escéptica respecto a las acciones que llevan a cabo los estados del mundo, ese escepticismo tiene tanto en el optimismo como en el pesimismo las dos caras de una misma moneda: la gente ya no sabe a qué atenerse, tanto para lo bueno como para lo malo. Hoy en día el tipo de reflexión acerca del fracaso del proyecto ilustrado tendría sus acotaciones tanto en la sanidad y la educación pública, en el terreno más social, como en la sociedad del conocimiento, desde un plano más económico. Y en general, en los derechos humanos.
La desconfianza ante la autoridad política gestora, en gran parte, de la calidad de nuestras vidas, no obstante, sigue plenamente vigente. Si se puede admitir que la desconfianza exhacerbada tras la segunda guerra mundial era producto de su contexto, también se puede admitir que estaba plenamente justificada en ese mismo contexto (aunque la generalización y extrapolación indiscriminada no lo esté). Y se puede hacer a la luz de documentales como The Atomic Cafe (1982), en el que se nos muestran las argucias propagandísticas del gobierno de los Estados Unidos, durante el periodo de la posguerra y de la incipiente guerra fría, para hacer ver a su población que los peligros de la energía nuclear, en realidad, no son tantos. También se nos muestran los antecedentes de la caza de brujas, las pruebas nucleares de la bomba A y la H y el final de la segunda guerra mundial, aunque esos son otros temas ya.
En ese documental, conformado por vídeos de archivo en su totalidad, se nos muestran mensajes tan dantescos como ridículos: soldados ubicados en zonas absolutamente devastadas por la radiación y cuya única protección son unas sencillas gafas de sol, una piara de cerdos vestidos con el uniforme de los militares y abandonados a su suerte en una zona también devastada con el objetivo de saber si la piel humana también resistiría la radiación existente (la piel humana y la del cerdo tiene la misma consistencia), un tipo al que la sóla idea de las consecuencias de la detonación de una bomba atómica le provoca paranoias y, en general, otras muchas lindezas de las que ahora no me acuerdo.
Mi episodio preferido es el de la tortuga Burt, en el que una simpática tortuga enseña a los niños a que ante el mínimo indicio de resplandor nuclear, lo más correcto es hacer un "práctico y útil" Duck And Cover!
The Atomic Cafe pone de manifiesto que los mecanismos de los estados democráticos pueden ponerse al servicio de la ocultación de la realidad. En ese sentido, es una prueba de que la desconfianza puede llegar a estar justificada. Y aunque en el caso de la tortuga Burt, esa ocultación de información pueda ser lícita en la medida en que los receptores no son más que niños, no es menos cierto que supone uno de los episodios más surrealistas de toda la propaganda nuclear americana de posguerra. O nu-ce-lar en tanto que propaganda.
Y no, ésta no es otra estúpida entrada acerca de unos hipotéticos mandamientos en el caso de que Dios no hubiese muerto. Que sí coño, que esta entrada sí es de verdad. Ha sido idea del ayuntamiento de Pekín. Han sido colocados en panfletos en cada esquina de la ciudad. Y lo que se pretende conseguir es dar una buena imagen de cara al exterior para la cita olímpica del año que viene.
1. Proteger la propiedad intelectual de la mercadotecnia olímpica y no comprar ni vender productos olímpicos piratas. 2. Atención al reglamento sobre la protección de símbolos olímpicos y no abusar de elementos como la bandera, el himno o los membretes de los juegos Olímpicos. 3. Memorización de las normas de tráfico y evitar cruzar los semáforos en rojo. 4. Respetar las colas y evitar las aglomeraciones. 5. Obligación de cuidar el medio ambiente y prohibición expresa de escupir en la vía pública. 6. No dañar los monumentos históricos y respetar las costumbres. 7. Cuidar las instalaciones olímpicas y evitar los alborotos en su interior. 8. Colaborar en la manutención del orden en los estadios y no lanzar botellas ni llevar sus propias bebidas. 9. Hay que ser espectadores civilizados y no se puede practicar la reventa y las apuestas. 10. Conocimiento de la legislación y no alterar el orden público con su actitud.
Como os habréis dado cuenta, cada mandato expresa un deber y una prohibición, cuando no más. En realidad, si analizamos la formulación de cada uno de los mandamientos, nos encontramos con que en suma hay al menos 23 mandatos. Efectivamente, el hecho de que hayan sido sintetizados en diez, supongo, no es más que otro absurdo guiño a la cultura occidental. De hecho, en los dos últimos años se ha intentado erradicar las costumbres ancestrales chinas que no son bien vistas por el mundo occidental. En cualquier caso, no deja de ser curioso que los mandamientos descritos en las líneas anteriores puedan ser aplicables a cualquier país del mundo. Cosas de la globalización.
De la globalización y de la hipocresía. Porque si no no me explico esta absurda campaña de marcadotecnia (quien crea otra cosa es un iluso). Es decir, entiendo los fines de la campaña en tanto que es de marketing, pero carece de sentido explicarse la campaña en términos de otros fines. Pues, ¿se pretende cambiar algo más allá de la mera apariencia pública? La respuesta es no. Y es no porque si fuera de otro modo se iría a lo substancial del asunto: la cuestión de los derechos. No puede haber deberes sin derechos, y en China parece que la cuestión de los derechos humanos se la pasan por el forro. Aquí una pequeña lista, la otra cara, si se quiere, de esos 10 mandamientos:
- Escasa libertad de expresión y religión: Miles de personas son detenidas cada año por ejercer esos derechos. - Reubicación de comunidades enteras con el fin de obtener terrenos para la realización de obras públicas: las tres gargantas y (¡caramba!)las instalaciones de Beijing 2008. (El derribo de algunos de los ancestrales Hutongs en pleno centro de la capital puede ser un ejemplo flagrante de esta reubicación forzosa.) - Vacío en los derechos de los detenidos, sobre todo durante el proceso de detención, juicio y sentencia. No existe una jurisprudencia que vele por los derechos de los detenidos y la práctica de la acusación mediante cargos vagamente definidos sigue siendo la norma. - Abusos y tortura contra los prisioneros tanto en las cárceles como en los campos de trabajo. - La pena de muerte sigue siendo vigente. Se estima que cada año se ejecutan 10000 de estas penas. - Recolección de órganos de prisioneros condenados para transplantes. - Acatamiento de prácticas abortivas y de esterilización como medio para llevar a cabo la política estatal de planificación familiar. - La ley de los trabajadores chinos no permite la libre asociación en sindicatos independientes para reclamar sus derechos. Existe la Federación China de Sindicatos, pero sus oficiales están controlados por las autoridades locales y los comités del PCCh. El abuso y el control laboral queda impune.
Así las cosas, en China la cuestión no es que no pueda haber deberes sin derechos, sino más bien que no puede haber prohibiciones sin deberes. Están jugando a otro juego.
Sí, lo acabo de descubrir: se vive bastante bien siendo rey. Haces lo que quieres, dices lo que te da la gana y, sea para bien o para mal, siempre acabas saliendo reforzado de los entuertos en los que te metes.
Véase: En una recepción internacional das la bienvenida a tus invitados cordialmente pero con un rictus a la vez de seriedad en tu expresión. El rey mantiene la compostura en una recepción de altura, será la interpretación periodística y no, por ejemplo, el rey se mantiene seco y distante en la recepción. O bien: Estás en la presentación al mundo de tu nieta recién nacida (exacto, como si de tu nuevo barco se tratara) y gastas unas bromas a tus amiguetes de la prensa. El titular será: El rey y su sentido del humor crean furor entre la concurrencia. Y no: El rey huele a vino.
Por eso mola ser rey, porque nunca eres juzgado. (Y que cojones, porque no te tienes que preocupar de llegar a final de mes, aunque esto para lo que quiero decir es secundario.) Supongo que si al rey nunca se le juzga, en parte es porque él nunca efectúa esa operación. Básicamente tu deber como monarca parece que es vivir la vida y estar ahí donde se requiera tu presencia. Sin ningún fin u objetivo ulterior, simplemente estar.
Por eso sorprende que en ocasiones el rey de un puñetazo en la mesa y se haga escuchar. Sí, son momentos puntuales muy esporádicos, dispersos en la maraña de obligaciones y compromisos en los que el rey se ve inmerso, pero existen. Vaya que sí existen.
La noche del viernes al sábado (aquí sábado ya), en la cumbre iberoamericana celebrada en Chile, fue uno de esos escasos momentos en los que a Juancar le tocó currar. La situación era la siguiente: Hugo Chávez había hecho unos comentarios despectivos sobre Aznar. El típico discurso panfletario que tan bien domina el presidente venezolano, para que me entendáis. Entonces Zapatero le hizo una réplica, pero mientras esto sucedía, Chávez seguía a su bola. Es entonces cuando entró en escena el rey de todos los españoles. Entre miradas y gestos inquisitivos intentó amilanar al presidente venezolano. Y bueno, el resto podéis verlo a continuación en el siguiente vídeo.
Que grande Juancar. Nunca la expresión "el rey del pueblo" tuvo tanto sentido. Véase: en todo sus sentidos.
Como mola eso de poner una encuesta. Da igual la pregunta que hagas; la gente tiene una irrefrenable tendencia a contestarla. Aunque mienta. Aunque no sepa de lo que va el asunto. Aunque viole todas sus reglas morales.
Ésta es la primera encuesta que realizo en el blog. Cómo podéis ver, por el contenido y el número de votos, cumple todos los estándares de cientificidad impuestos por la organización mundial de la salud mental. En cuanto al contenido, pues eso, que sólo reafirma lo dicho en el primer párrafo. En cuánto al número de votos, podéis ver que sólo han votado los amiguetes. Bueno, a decir verdad, los coleguillas y ciertos desaprensivos que pululan por la fauna internáutica y que no tengo localizados.
Esa es la magia de internet: cualquier información puede estar al alcance de todo el mundo porque la información está interconectada. Esa es la razón de que llegues a este blog, a pesar de que el número de relaciones que lo vinculen sea escaso. Todos merecemos una oportunidad, o lo que es lo mismo, un espacio en el que poder arrojar toda nuestra basura para que otros individuos (que no sujetos) puedan regurgitarla.
Pero bueno, que me enrollo alabando todas las virtudes ecuménicas de la red y no acabo de finiquitar el asunto. El único valor que tiene esta encuesta es el de haber servido como experimento, o mejor dicho, como doble experimento. Por un lado, el de mostrar la idea que ha sido enunciada en el primer párrafo. Por otro, y análogamente, el hecho de conocer las tendencias más íntimas e inefables de la gente que visita este blog.
A partir de ahora cada encuesta que haga la mantendré un mes en el blog. Ese será el tiempo dedicado para recopilar los resultados. La siguiente, la del mes de Octubre (lo siento, pero tenía que decir esa cursilada) y ya más seria, enuncia la pregunta: ¿Qué navegador usas? La podéis encontrar en la sidebar derecha del blog. Y no, no es publicidad.
El miércoles, 26 de septiembre de 2007, sucedió algo bastante curioso en SIC Noticias, cadena privada de cable de la televisión lusa. La periodista Ana Lorenço realizaba una entrevista en horario de máxima audiencia al ex-primer ministro del país (2004-2005), Pedro SantanaLopes. El acto estaba programado con el fin de debatir la actual división interna del partido social demócrata, del que SantanaLopes forma parte. Sin embargo, mientras el político portugués analizaba las consecuencias de esta lucha interna en el partido, Lorenço le interrumpe y anuncia la llegada a Lisboa del ex-entrenador del Chelsea, José Mourinho. Este corte sucedió a las 22:41. A continuación, entablan una conexión con un enviado especial al aeropuerto lisboeta, que cubre la información. Y la información es que Mourinho no quiere hacer declaraciones. Que Mourinho quiere descansar. Y se arma el tinglado.
Para los que no entiendan el portugués, la traducción es ésta (sacada de El País):
-¿Y usted cree que se justifica la interrupción?, disculpe la pregunta, -añadió el político. José Mourinho es más importante que todos nosotros, sin duda ninguna. Y su llegada pone al país en delirio. Y estos problemas de los partidos y la política no interesan nada a la gente. (…)
“Ustedes me han invitado a venir”, prosiguió SantanaLopes, “y yo he venido aquí con sacrificio personal; pero he sido interrumpido para ver la llegada de un entrenador de fútbol. Creo que el país está loco, perdone que le diga, con todo respeto, y por tanto no voy a continuar la entrevista. Creo que la gente tiene que aprender. ¿Tábem?”.
Y se marchó. Con dos cojones. Porque manda cojones que la llegada de un entrenador de fútbol eclipse la intervención de un ex-primer ministro de un país. Como dice SantanaLopes, eso es un delirio. Y habrá a quien esto le suene a una demostración de prepotencia mal medida. A mi me parece un acto perfectamente consecuente.
Es cierto que estamos hablando de una entrevista organizada por una televisión privada, con intereses y móviles particulares. Pero no menos cierto es que el papel de un medio de comunicación en la sociedad le otorga una responsabilidad consistente en decidir cuáles son los contenidos más apropiados de cara al espectador. Es decir, en tanto que con poder mediático debería cumplir una función pedagógica. Y entiéndase esto en el débil sentido de informar sobre contenidos relevantes, es decir, estableciendo una jerarquía en la relevancia de los contenidos en función de lo que debería ser de interés general. No se entienda esto como una difuminación de la delgada línea que separa la información de la formación (en sentido peyorativo: crear ideología, etc.).
Sí, lo sé, el planteamiento es demasiado iluso. Las corporaciones no funcionan mediante móviles filantrópicos. Si cortaron la entrevista para seguir en directo la llegada de Mourinho fue porque eso vende más que la entrevista. Pero en tal caso, y dado que la llegada a la capital del entrenador ya se conocía con antelación, no tiene sentido pactar una entrevista con un ex-presidente para tratar temas de interés general, y luego cortarla en mitad de una respuesta. No ya por ser un insulto al invitado. Más bien por prostituir uno de los pocos espacios existentes en los medios de comunicación en los que se da la palabra directamente a un político, sin cortes ni frases sacadas de contexto. Es decir, por menospreciar a la inteligencia del espectador y, por tanto, menospreciar a la inteligencia del electorado. Flaco favor a la democracia.
Todo esto podía haberse organizado otro día. O simplemente grabar la entrevista y emitirla en diferido. Si se hubiera hecho esto último, las sospechas caerían sobre la cadena al haber indicios bastante plausibles de un amaño en el acto: preguntas pactadas con antelación. Esto no interesaba.
Se mire por dónde se mire, el planteamiento o la logística de los acontecimientos beneficiaba a la cadena, que aunaba en horario de máxima audiencia una entrevista a un político de peso acerca de una situación política de candente actualidad y a la figura más mediática del deporte nacional. Una apuesta segura. ¿Para todos? SantanaLopes se olió el decorado y vio que su papel en la función no era precisamente el consensuado. Así que decidió no apostar. Nada que decir.
Todo sucedió el lunes, 17 de septiembre de 2007. Ese día John Kerry tenía programada una conferencia en la universidad de Florida y, según lo previsto, la impartió con normalidad. Al menos hasta que se abrió el turno de preguntas y respuestas. En éstas, un estudiante (Andrew Meyer) decidió tomar la palabra y realizar un par de preguntas al senador y candidato a la presidencia en 2004. La primera, por qué no tomó medidas ante la aparente manipulación de la elecciones a la presidencia que ganó Bush. La segunda, si Kerry pertenece a la sociedad secreta Skulls & Bones de antiguos estudiantes de la universidad de Yale. Acto seguido, y sin mediación en la respuesta del político "demócrata", las fuerzas de seguridad intentaron sacar al estudiante del auditorio. Ante la resistencia de éste, más efectivos de la policía entraron en acción. Tras llevarlo al fondo del auditorio, tumbarlo en el suelo y esposarlo, los guardianes de la ley consideraron que aún no habían hecho bien su trabajo. Era necesario tomar una última medida. Era fundamental aplicar un tratamiento de electrochoque para la completa reducción del "criminal". Mientras tanto, Kerry no dijo nada. Debió mantenerse como expectador privilegiado del espectáculo. Un espectáculo, que en apenas poco más de tres minutos, supuso la caída de su imagen. Ésta es la secuencia en imágenes de lo acontecido.
No resulta sorprendente, a día de hoy, situaciones como la vivida en la universidad de Florida el pasado lunes. Nuevamente somos testigos de violaciones de derechos básicos en un estado que digna de ser llamado democrático. Dudosa dignidad visto lo visto, por cierto. La libertad de expresión tiene unos límites, pero no alcanzó a divisar dónde estos se rozan con las preguntas de Meyer. Y naturalmente no llego a comprender la desmesurada intervención de las fuerzas de seguridad.
En lo tocante a la actuación policial, no puedo sino incidir en el hecho de que es más propia de un estado totalitario que de uno democrático. Es como si ante el sonido de ciertas palabras una señal de alarma se disparara y entraran en acción. Pero la culpa no es del brazo ejecutor. La culpa es de quien controla la alarma...
¿Qué será lo próximo? ¿Cuál será el siguiente derecho en caer? No deja de ser curioso que cuantas más guerras realizan para la "liberación" de otros países, inversamente ellos pierden paulatinamente la libertad que les ha caracterizado históricamente.
Pero bueno, todo esto no es nuevo. Es la dinámica en la que han entrado en los últimos años. Aunque tampoco por ello debería parecernos normal, y mucho menos legítimo. El modo de vida americano es algo que ya está estandarizado en la sociedad europea. Así que al menos, no copiemos también sus incipientes costumbres políticas.
Hace dos días del anuncio de Josu Jon Imaz de dejar la presidencia del PNV y el terremoto político no ha hecho sino comenzar. El, desde 2003, elejido presidente del PNV, ha venido representando el ala más moderada y afín a la mentalidad urbana del partido. Sólo han pasado cuatro años de la disputa por el cargo con Joseba Egibar, y algunos ya pretenden entender este gesto como la radicalización de las posturas soberanistas en los nacionalistas vascos.
Se dice, se comenta, que su sucesor será Iñigo Urkullu, el hasta ahora responsable de la organización del PNV en Bizkaia, y se dice y se comenta que este señor se mueve en unas coordenadas ideológicas muy similares a las de Imaz. Yo no lo sé, pero bueno, tengo que creérmelo. Lo que me llama la atención no es el hecho de a que sector del partido sea más afín o deje de serlo Urkullu. Lo que me llama poderosamente la atención es que, con motivo de este anuncio, la tormenta política se vuelve a desatar.
Y es que a río revuelto, ganancia de pescadores. Y si no, que se lo digan a Rajoy, que ha aprovechado esta noticia para cargar las tintas contra la política antiterrorista del ejecutivo central, para arremeter contra la posible deslealtad a un supuesto pacto antiterrorista que ellos mismos se encargaron de finiquitar, para embestir contra el presunto ansia soberanista del PNV, para alabar esa anquilosada, y a la vez joven, constitución de mínimos que "todos" firmamos y, en definitiva, para darse un espaldarazo a sí mismo de cara a la incipiente carrera electoral a la que, por cierto, aún le quedan unos meses para despegar oficialmente.
Y es que cualquier cosa parece, y así nos tienen acostumbrados nuestra "élite" política, valer cuando se trata de intentar ganar unos pocos votos. Porque o yo me he vuelto loco o simplemente no veo la relación entre todas las acusaciones vertidas a diestro y siniestro (más a siniestro y siniestramente, que a diestro y diestramente) por el líder de la oposición y los hechos efectivos. Porque no veo relación alguna entre la más que posible sucesión de Imaz por parte de Urkullu y todo lo que Rajoy dice.
Así que "basta ya" de llamar idiotas a la gente, al electorado. "Basta ya" de intentar hacernos creer que los fantasmas en la niebla del líder de la oposición existen realmente. Dejennos de política barriobajera y tomen ejemplo de los políticos y de la política efectuada en otros países. Se lo agradeceremos muy sinceramente.
Sí, lo sé, es la segunda efeméride que le dedico a Aznar (Ansar, para los colegas y no tan colegas). Y ya son demasiadas. Pero coño, no podía dejar pasar la oportunidad de rememorar ese hito del plurilingüismo, esa heroicidad del gesto y el acento, ese sentimiento verdaderamente tejano... esa pasión en el mimetismo. Sí, Aznar es un hombre de mundo, un hombre que hace camino al andar, sin origen ni destino, pero especialmente sin destino...
Por un momento pensásteis que me olvidaría de Bush, eh? Ese prestidigitador de la política, esa mente privilegiada para las estrategias bélicas, ese malabarista del Jack Daniels y de la botella... porque o he entendido mal o "es un placer especial que haya traído a Ana con él". Y es que Jorgito debía guardar buenos recuerdos de su primera visita a Europa como presidente... y que mejor manera de devolverle la hospitalidad que demostrarle sus habilidades con la Botella.
Hace 35 años, dos pensadores maduros de la escena contemporánea discutían la realidad de entonces, no muy distinta de la actual. Eran el lingüista norteamericano Noam Chomsky y el filósofo francés Michel Foucault. Ambos protagonizaron uno de los debates de mayor repercusión en las últimas décadas que aún es hoy desmenuzado hasta en su estructura sintáctica por académicos y activistas. Fue en Holanda, el 8 de octubre de 1971, organizado por la cadena de televisión holandesa NOS y moderado por el filósofo Fons Elders.
Hubo disensos, fricciones pero también acuerdos. La primera cuestión que rondaba la mesa era si la naturaleza humana era innata o producto de factores externos. Chomsky sostenía que "este conocimiento instintivo, que permite obtener un conocimiento complejo e intrincado a partir de información muy fragmentaria, es un constituyente fundamental de la naturaleza humana". En cambio, el autor de Vigilar y castigar argumentó: "No fue mediante el estudio de la naturaleza humana que los lingüistas descubrieron las leyes de la mutación consonántica, ni Freud los principios de interpretación de los sueños, ni los antropólogos culturales la estructura de los mitos. Creo que en la historia del conocimiento el concepto de naturaleza humana cumplió el rol de un indicador epistemológico para designar ciertos discursos vinculados o contrapuestos a la teología, la biología o la historia."
El debate se reprodujo y aún hoy retumba y "molesta". El filósofo italiano Paolo Virno dictó una conferencia en Buenos Aires sobre este tema y escribió al respecto en su libro Cuando el verbo se hace carne. Concluye que ninguno acierta con el punto que la situación requiere: "Chomsky es un naturalista que no comprende la historia de la política; mientras que Foucault comprende la historia de la política pero no tiene ninguna relación con los aspectos de nuestra especie que son invariantes."
La otra parte de la conferencia se refiere al enfrentamiento entre justicia y poder. Allí Foucault planteó su desconfianza respecto de la democracia vigente: "Me parece evidente que estamos viviendo bajo un régimen de dictaduras de clase, de un poder de clase que se impone a través de la violencia, incluso cuando los instrumentos de esta violencia son institucionales y constitucionales; y a ese nivel, hablar de democracia carece de sentido por completo." Ante una pregunta del público en relación a la descentralización del poder, Chomsky dijo: "No cabe duda de que un sistema de poder descentralizado y de asociación libre enfrentará el problema de la desigualdad. (...) Creo que se puede confiar más en la posibilidad de progreso sobre la base de esos instintos humanos que sobre la base de las instituciones de un poder centralizado, que casi de manera inevitable actuará en beneficio de sus grupos más poderosos."
Aquí un extracto del debate, en el que Chomsky define qué entiende por anarco-sindicalismo, y Foucault pasa a hablar de las relaciones de poder que configuran distintas instituciones, que en principio, deberían ser ajenas a él.
Quién lo iba a decir a estas alturas. De líder ultraconservador a guardián de las libertades individuales. De profeta del liberalismo a mesías del libertinaje. Quién sabe, a lo mejor lo vemos próximamente en una manifestación en Malasaña para legalizar el botellón o el cannabis, tocando con Manolo Cabezabolo en el Viña Rock o enfrascado en la continuación de "Miedo y Asco en Las Vegas". Y es que con el "nuevo" Aznar, todo es posible.