Freekick Fusion es mi nueva adicción. Se trata de un videojuego online que puedes encontrar en páginas como Minijuegos y similares. Es un juego de fútbol o, más bien, un juego acerca de una faceta del fútbol: el lanzamiento de faltas. No tiene más; tampoco lo necesita porque es tremendamente adictivo. Sí, soy un tipo simple, pero es que yo no le pido mucho más a un videojuego y las adicciones no requieren de tipos especialmente complejos.
El juego tiene dos modos: single player y multiplayer. En el primer modo juegas contra la máquina y consiste en tirar faltas al portero que es controlado por el programa. Cada vez que marcas tres goles subes un nivel y, a medida que esto sucede, la cosa obviamente se complica: hay más muñecos en la barrera y el portero cada vez es menos tonto. En este modo de juego hay una barra a la derecha que cumple la función de indicador del tiempo que te resta para que consigas subir de nivel (marques tres goles) y, a la vez, de multiplicador de los puntos que consigas por cada gol. A medida que vas subiendo de nivel entras a formar parte de una clasificación en base a los puntos logrados en la que están computados todos los resultados de los usuarios. Pero bueno, más allá de este hecho, el modo en sí no reviste gran interés.
Como en todo juego online, la salsa la pone la interacción directa con otros usuarios. Y es ahí donde el modo multiplayer saca a relucir todas sus virtudes. Con un total de diez servidores, cada uno con el nombre de un estadio mítico (Wembley, Bombonera, Saint Dennis...), tienes la posibilidad de enfrentarte a numerosos jugadores de todo el mundo. Hay cuatro modos de dificultad, cada uno de ellos definido por una determinada cantidad de muñecos en la barrera. De esta manera, tienes la posibilidad de jugar con un sólo muñeco como muro así como con siete. Cuando te enfrentas a otra persona, el mecanismo es como en los lanzamientos desde el punto de penalty: cinco lanzamientos por cada jugador alternativamente. Cuando te toca controlar al portero, manejas un recuadrito verde con el rótulo de super save, de tal forma que si el lanzamiento del contrincante entra dentro del lugar donde has colocado el recuadro, el portero hace una intervención de mérito. Pero si la cagas, lo más normal es que te claven un chicharro y acabes maldiciendo al idiota de los guantes.
Tengo entendido, eso me han dicho, que te puedes registrar, aunque no se cómo hacerlo. También desconozco si hay que pagar o no en el caso de que exista ese tal registro. De todas formas da igual porque se puede jugar gratuitamente y la base de datos almacena tus progresos. De haber registro, creo que sólo sirve para poder comunicarte por chat contra el adversario, hecho no despreciable. Siempre es bonito en esta clase de juegos desfogarte sin contemplaciones de la índole más elevada soltando improperios al rival, es decir, cagándote en su padre, alabando las virtudes de los miembros femeninos de su familia en las artes amatorias y, en general, y por tanto en sentido abstracto, vomitando en la cara al émulo de turno. Todo esto te pierdes si no te registras. En caso de que haya registro.
Si todo esto te ha servido para tener el más mínimo interés en probar el juego, eso es algo que desconozco y que, a decir verdad, tampoco me importa. Pero bueno, como siempre que se escribe éste tipo de cosas queda de puta madre dar el enlace a la página en cuestión, no me voy a negar el privilegio de hacerlo (pincha sobre la foto que lleva este post) (ala, que majo y que buena persona eres), aunque no sepa muy bien el por qué lo haga. Dios bendiga las convenciones. En especial las más absurdas.
El juego tiene dos modos: single player y multiplayer. En el primer modo juegas contra la máquina y consiste en tirar faltas al portero que es controlado por el programa. Cada vez que marcas tres goles subes un nivel y, a medida que esto sucede, la cosa obviamente se complica: hay más muñecos en la barrera y el portero cada vez es menos tonto. En este modo de juego hay una barra a la derecha que cumple la función de indicador del tiempo que te resta para que consigas subir de nivel (marques tres goles) y, a la vez, de multiplicador de los puntos que consigas por cada gol. A medida que vas subiendo de nivel entras a formar parte de una clasificación en base a los puntos logrados en la que están computados todos los resultados de los usuarios. Pero bueno, más allá de este hecho, el modo en sí no reviste gran interés.
Como en todo juego online, la salsa la pone la interacción directa con otros usuarios. Y es ahí donde el modo multiplayer saca a relucir todas sus virtudes. Con un total de diez servidores, cada uno con el nombre de un estadio mítico (Wembley, Bombonera, Saint Dennis...), tienes la posibilidad de enfrentarte a numerosos jugadores de todo el mundo. Hay cuatro modos de dificultad, cada uno de ellos definido por una determinada cantidad de muñecos en la barrera. De esta manera, tienes la posibilidad de jugar con un sólo muñeco como muro así como con siete. Cuando te enfrentas a otra persona, el mecanismo es como en los lanzamientos desde el punto de penalty: cinco lanzamientos por cada jugador alternativamente. Cuando te toca controlar al portero, manejas un recuadrito verde con el rótulo de super save, de tal forma que si el lanzamiento del contrincante entra dentro del lugar donde has colocado el recuadro, el portero hace una intervención de mérito. Pero si la cagas, lo más normal es que te claven un chicharro y acabes maldiciendo al idiota de los guantes.
Tengo entendido, eso me han dicho, que te puedes registrar, aunque no se cómo hacerlo. También desconozco si hay que pagar o no en el caso de que exista ese tal registro. De todas formas da igual porque se puede jugar gratuitamente y la base de datos almacena tus progresos. De haber registro, creo que sólo sirve para poder comunicarte por chat contra el adversario, hecho no despreciable. Siempre es bonito en esta clase de juegos desfogarte sin contemplaciones de la índole más elevada soltando improperios al rival, es decir, cagándote en su padre, alabando las virtudes de los miembros femeninos de su familia en las artes amatorias y, en general, y por tanto en sentido abstracto, vomitando en la cara al émulo de turno. Todo esto te pierdes si no te registras. En caso de que haya registro.
Si todo esto te ha servido para tener el más mínimo interés en probar el juego, eso es algo que desconozco y que, a decir verdad, tampoco me importa. Pero bueno, como siempre que se escribe éste tipo de cosas queda de puta madre dar el enlace a la página en cuestión, no me voy a negar el privilegio de hacerlo (pincha sobre la foto que lleva este post) (ala, que majo y que buena persona eres), aunque no sepa muy bien el por qué lo haga. Dios bendiga las convenciones. En especial las más absurdas.
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