Todos tenemos un némesis en nuestras vidas. Alguien que te recuerda que tu miserable existencia aún tiene sentido. Que el patetismo cósmico tiene una razón de ser. Que el odio no es sólo otra estúpida palabra que tiene otro significado leída al revés. Lo cual sólo constata tres cosas: Que efectivamente tu existencia es miserable para hacerla girar alrededor de otra persona, que existe un absurdo en tu sistema conceptual debido a la confusión entre estética y ontología y que te aburres mucho. Si no no estarías perdiendo el tiempo aquí. Lo malgastarías en otra parte.
El némesis de Rob Paravonian es Johann Pachelbel y su canon. O más bien su canon sólamente. No lo sé. Con el mío tengo suficiente.
El némesis de Rob Paravonian es Johann Pachelbel y su canon. O más bien su canon sólamente. No lo sé. Con el mío tengo suficiente.
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