1. Bullet Ride (4:42)
2. Pinball Map (4:08)
3. Only For The Weak (4:55)
4. As The Future Repeats Today (3:27)
5. Square Nothing (3:57)
6. Clayman (3:28)
7. Satellites And Astronauts (5:00)
8. Brust The Dust Away (3:17)
9. Swim (3:14)
10. Suburban Me (3:35)
11. Another Day In Quicksand (4:06)
2. Pinball Map (4:08)
3. Only For The Weak (4:55)
4. As The Future Repeats Today (3:27)
5. Square Nothing (3:57)
6. Clayman (3:28)
7. Satellites And Astronauts (5:00)
8. Brust The Dust Away (3:17)
9. Swim (3:14)
10. Suburban Me (3:35)
11. Another Day In Quicksand (4:06)
La trayectoria de In Flames es una muestra palpable y rotunda de que la evolución musical no tiene por qué estar reñida con la coherencia con unas determinadas coordenadas estilísticas. Esto es, lo que algunos llaman reinventarse siendo fieles a sí mismos.
Junto con Dark Tranquility crearon el hoy conocido como sonido Gotemburgo, una derivación del death metal sueco o melódico que bandas como At The Gates o Carcass practicaban durante el primer lustro de los años 90. Si el death metal melódico puede definirse a grandes rasgos como una amalgama de estilos tales como el death clásico, el trash y el heavy, el sonido facturado por los primeros In Flames (y también por sus coetáneos Dark Tranquility) tomaba esos ingredientes y, además, les añadía retazos de guitarras acústicas, ritmos más pausados y, sobre todo al principio, instrumentos extraídos del Folk. Desde que editaran en 1994 Lunar Strain, hasta éste Clayman de 2000, facturaron entre medias Tres CDs (Jester Race, Whoracle y Colony) y dos EPs (Subterranean y Black-Ash Inheritance). En cada uno de ellos podemos observar una cierta innovación respecto al anterior. No obstante, quizá la mayor revolución vino dada con el paso del Whoracle al Colony. En éste último se podía observar a una banda que dejaba en un segundo plano sus aires místicos, para centrarse en una concreción de su propuesta, haciéndola más accesible gracias al empleo de ritmos más rápidos y sobre todo, debido a una producción más moderna. En Clayman encontramos esa misma fórmula, pero perfeccionada.
La canción que abre el disco es Bullet Ride, tema que comienza con el sonido de un vinilo encendiéndose, tras lo cuál la banda se despacha en una carrera vertiginosa, dónde el guía es un sencillo riff pero efectivo. A continuación, la canción da un giro de 180 grados por medio de unos arpegios de guitarra y la voz susurrante de Anders Friden. El punto clave de la composición llega a la mitad de la misma, cuando se repite el riff de apertura, pero con un ritmo más contundente. Uno de los momentos más épicos del disco. La siguiente en sonar es Pinball Map, que es una adrenalítica composición donde los riffs impetuosos no dan respiro al oyente. Only For The Weak es la tercera canción del disco. Se trata de una composición de tintes comerciables y audibles, pero con una profunda melodía que se graba hondo en la memoria.
El nivel del disco decae con la llegada de As The Future Repeats Today. Canción irregular en la que lo más destacable es el precioso solo de guitarra que hay pasado el ecuador de la misma. Las dos siguientes en aparecer son Square Nothing y Clayman. La primera se trata de una composición que perfectamente podría haber aparecido en el Whoracle o incluso en el Jester Race, debido a un cierto regusto místico en las melodías. Guitarras acústicas se funden con las intermitentes guitarras eléctricas mientras Friden despacha susurros. Luego comienza, con un puente magistral, la caña con un doble bombo abrasador y la épica melodía de guitarra. Impresionantes los solos de guitarra, tanto el eléctrico, como el acústico (éste último con duelo de ambos guitarristas). Clayman es más constante en sus características. Doble bombo desde el principio y melodía nuevamente épica por las guitarras. Lo mejor de la canción, y puede que del disco, es el estribillo: "How come it's possible, I wish there was a way, I fell so invisible, I'm the sculpture made out of clay" cantado por un inspiradísimo Anders Friden.
Satellites and Astronauts es una melancólica pero desigual composición en la que flojea la estructura de la misma, pero en la que Björn Gelotte nos deleita con un espectacular solo de guitarra. A continuación irrumpe Brust The Dust Away, que es un tema en la onda de Pinball Map o el principio de Clayman. Sin duda no llega al nivel de las mencionadas, pero aunque sólo sea por el doble bombo y los fraseos de guitarra, merece ser considerada como una buena composición. A su favor está la rapidez y contundencia del tema, justo después de la canción más tranquila del disco.
Cierran el disco Swim, Suburban Me y Another Day In Quicksand. La primera comienza con un riff que podría haber firmado el mismísimo Steve Vai. Toda una delicatessen para aquel que disfrute de escuchar buenas interpretaciones a las seis cuerdas. La segunda es un tema en el que colabora con un solo el guitarrista de Arch Enemy, Chris Amott. Buena canción con un riff trash y buena ejecución por parte de todos los componentes. La tercera es el perfecto cierre para el disco, pues sin ser la mejor canción del CD, te recuerda aquellos elementos que más te (más bien me) han hecho disfrutar del mismo, incitándote a volver a escucharlo.
En resumen, un gran disco que tal vez mantenga divididos a sus seguidores. Por un lado aquellos que prefieran sus primeras producciones. Por otro, los que disfruten más con sonidos más accesibles. En mi opinión, creo que es el mejor disco de su trayectoria junto con Whoracle. En definitiva, Clayman es un CD que, para todos aquellos seguidores del estilo, resulta imprescindible debido a su variedad y a lo redondo de sus composiciones.
Me quedo con: Bullet Ride, Pinball Map, Square Nothing, Clayman. El Art Work.
Si te gustan: Dark Tranquility, Soilwork, Arch Enemy, Shadows Fall, Trivium.
Junto con Dark Tranquility crearon el hoy conocido como sonido Gotemburgo, una derivación del death metal sueco o melódico que bandas como At The Gates o Carcass practicaban durante el primer lustro de los años 90. Si el death metal melódico puede definirse a grandes rasgos como una amalgama de estilos tales como el death clásico, el trash y el heavy, el sonido facturado por los primeros In Flames (y también por sus coetáneos Dark Tranquility) tomaba esos ingredientes y, además, les añadía retazos de guitarras acústicas, ritmos más pausados y, sobre todo al principio, instrumentos extraídos del Folk. Desde que editaran en 1994 Lunar Strain, hasta éste Clayman de 2000, facturaron entre medias Tres CDs (Jester Race, Whoracle y Colony) y dos EPs (Subterranean y Black-Ash Inheritance). En cada uno de ellos podemos observar una cierta innovación respecto al anterior. No obstante, quizá la mayor revolución vino dada con el paso del Whoracle al Colony. En éste último se podía observar a una banda que dejaba en un segundo plano sus aires místicos, para centrarse en una concreción de su propuesta, haciéndola más accesible gracias al empleo de ritmos más rápidos y sobre todo, debido a una producción más moderna. En Clayman encontramos esa misma fórmula, pero perfeccionada.
La canción que abre el disco es Bullet Ride, tema que comienza con el sonido de un vinilo encendiéndose, tras lo cuál la banda se despacha en una carrera vertiginosa, dónde el guía es un sencillo riff pero efectivo. A continuación, la canción da un giro de 180 grados por medio de unos arpegios de guitarra y la voz susurrante de Anders Friden. El punto clave de la composición llega a la mitad de la misma, cuando se repite el riff de apertura, pero con un ritmo más contundente. Uno de los momentos más épicos del disco. La siguiente en sonar es Pinball Map, que es una adrenalítica composición donde los riffs impetuosos no dan respiro al oyente. Only For The Weak es la tercera canción del disco. Se trata de una composición de tintes comerciables y audibles, pero con una profunda melodía que se graba hondo en la memoria.
El nivel del disco decae con la llegada de As The Future Repeats Today. Canción irregular en la que lo más destacable es el precioso solo de guitarra que hay pasado el ecuador de la misma. Las dos siguientes en aparecer son Square Nothing y Clayman. La primera se trata de una composición que perfectamente podría haber aparecido en el Whoracle o incluso en el Jester Race, debido a un cierto regusto místico en las melodías. Guitarras acústicas se funden con las intermitentes guitarras eléctricas mientras Friden despacha susurros. Luego comienza, con un puente magistral, la caña con un doble bombo abrasador y la épica melodía de guitarra. Impresionantes los solos de guitarra, tanto el eléctrico, como el acústico (éste último con duelo de ambos guitarristas). Clayman es más constante en sus características. Doble bombo desde el principio y melodía nuevamente épica por las guitarras. Lo mejor de la canción, y puede que del disco, es el estribillo: "How come it's possible, I wish there was a way, I fell so invisible, I'm the sculpture made out of clay" cantado por un inspiradísimo Anders Friden.
Satellites and Astronauts es una melancólica pero desigual composición en la que flojea la estructura de la misma, pero en la que Björn Gelotte nos deleita con un espectacular solo de guitarra. A continuación irrumpe Brust The Dust Away, que es un tema en la onda de Pinball Map o el principio de Clayman. Sin duda no llega al nivel de las mencionadas, pero aunque sólo sea por el doble bombo y los fraseos de guitarra, merece ser considerada como una buena composición. A su favor está la rapidez y contundencia del tema, justo después de la canción más tranquila del disco.
Cierran el disco Swim, Suburban Me y Another Day In Quicksand. La primera comienza con un riff que podría haber firmado el mismísimo Steve Vai. Toda una delicatessen para aquel que disfrute de escuchar buenas interpretaciones a las seis cuerdas. La segunda es un tema en el que colabora con un solo el guitarrista de Arch Enemy, Chris Amott. Buena canción con un riff trash y buena ejecución por parte de todos los componentes. La tercera es el perfecto cierre para el disco, pues sin ser la mejor canción del CD, te recuerda aquellos elementos que más te (más bien me) han hecho disfrutar del mismo, incitándote a volver a escucharlo.
En resumen, un gran disco que tal vez mantenga divididos a sus seguidores. Por un lado aquellos que prefieran sus primeras producciones. Por otro, los que disfruten más con sonidos más accesibles. En mi opinión, creo que es el mejor disco de su trayectoria junto con Whoracle. En definitiva, Clayman es un CD que, para todos aquellos seguidores del estilo, resulta imprescindible debido a su variedad y a lo redondo de sus composiciones.
Me quedo con: Bullet Ride, Pinball Map, Square Nothing, Clayman. El Art Work.
Si te gustan: Dark Tranquility, Soilwork, Arch Enemy, Shadows Fall, Trivium.
Puntuación: 9.4 /10
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