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lunes, 8 de octubre de 2007

Plan Oculto (2006)



Es bastante complicado que una película que trate de un robo a un banco consiga sorprender al espectador en pleno siglo XXI. Plan Oculto lo consigue. Y para ello no se sirve del título en español precisamente.

De primeras, nos encontramos con que la dirección del trabajo ha corrido a cuenta de Spike Lee. El director neoyorquino se aleja de las premisas habituales de su cine social, tales como son la desigualdad de derechos civiles y el racismo, para adentrarse esta vez en un proyecto más comercial. Y comercial no significa malo; sólo convencional.

El elenco de actores elegido por el equipo de producción difícilmente podría haber sido mejor. La película cuenta con Denzel Washington, Clive Owen, Jodie Foster, Willem Dafoe, el veterano Christopher Plummer y el valor en alza Chiwetel Ejiofor.

Pero si hay algo que dote de consistencia a una película, eso es el guión. Y en esta ocasión la tarea ha sido llevada a cabo por un desconocido Russell Gerwitz. Spike Lee puede estar contento con la decisión, pues independientemente de su participación o no en la elaboración del guión en algunas escenas o de si el propio Gerwitz conocía de antemano o no la participación del cineasta negro, éste ha sabido introducir ciertos guiños a las temáticas habituales de Spike Lee.

La trama argumental de la película, en sí, es bastante típica. Desde el primer minuto de la cinta se nos muestra los quién, qué, dónde y cuándo del desarrollo de la trama. Y nos los desvela el alma pensante de la operación, el frío y calculador Dalton Russell (Clive Owen). Sin duda, ese inicio de película destapa muchas cartas. Pero falta el cómo, la estrategia usada para robar el banco. La película consistirá en desvelarnos la respuesta a esa pregunta. Ligado a ese desarrollo, asistimos al típico juego del gato y el ratón entre el propio Russell y el cínico e irónico detective Keith Frazier, interpretado por un espontáneo y empático Denzel Washington. Si la peli se limitase a esto, realmente no sería nada nuevo bajo el sol. Pero hay más. Paralelamente se nos cuenta la contratación de la abogada Madeleine White (Jodie Foster) por parte del director del banco, Arthur Case (Christopher Plummer), con el objetivo de recuperar unos documentos que se guardan en la caja fuerte. Todos estos elementos los veremos interrelacionarse muy fluidamente a lo largo del metraje, llegando a cotas de sorpresa bastante bien logradas.

En este sentido, es de destacar la pericia en la realización de Spike Lee. Si en sus películas más sociales vemos como el afán de contar historias prevalece al lucimiento personal, en esta ocasión vemos como esta concepción, si cabe, cobra mayor sentido en un género que vive en demasía de las escenas de acción con muchos efectos especiales. Lee se aparta de ésta línea de trabajo para, mediante un ritmo narrativo muy fluido, presentarnos una trama argumental compleja y atractiva, sin menoscabo de la caracterización humana de los personajes. Naturalmente, a esto también contribuyen los actores, que realizan un fabuloso trabajo, pero en la medida en la que el director neoyorquino acentúa ciertos planos en los que no se dice nada, sino que se sugiere por medio de gestos y acciones y no de diálogos, el camino se allana para el lucimiento personal de los Owen, Washington, Foster y demás.

Así contemplamos como un tipo con una educación exquisita, como es Dalton Russell, llega a la determinación de robar un banco. Aunque como veremos con el desarrollo de la trama, sus motivaciones no sean las típicas en este tipo de delincuentes. Asistimos también a una descripción bastante detallada de Keith Frazier, personaje al que los avatares de una investigación pasada han vuelto cínico e irónico, se revela finalmente como un idealista al que la defensa de las causas justas acaba prevaleciendo a su escepticismo respecto al mundo que le rodea. La película también nos muestra ciertos engranajes corruptos de las esferas más altas de la sociedad, encarnados éstos en los personajes de la codiciosa Madeleine White y del enigmático pero finalmente dubitativo Arthur Case.

La cinta, desde un punto de vista ya más general y antropológico, no escatima recursos en presentarnos una panorámica de la ciudad de Nueva York tras los sucesos del 11-S. De este modo, somos testigos del trato desigual que recibe el secuestrado de apariencia árabe por parte de la policía, del racismo en las palabras del policía latino, de la peculiar forma de ser del trabajador albanés y su codiciosa esposa y de los distintos tipos de negros existentes: en una misma familia, desde un detective en la policía hasta un chaval de 17 años que está tirando su vida por los senderos de la droga y la delincuencia. Todos estos matices hacen que ésta no sea una simple película encargada a Spike Lee, sino que más bien estemos hablando de una peli de encargo con el toque personal en la dirección de Spike Lee.

A lo largo de toda la película, como si de un rayo transversal se tratara, vemos el interrogante moral de si el fin justifica los medios. Así, vemos alusiones a una respuesta negativa en la conversación que mantienen el chaval negro que juega a un videojuego de bandas y Dalton Russell y en la historia individual de Arthur Case. Por contra, vemos indicios de una respuesta positiva en todo el desarrollo de la trama acerca de Dalton Russell.

Plan Oculto es una película que no pretende sentar cátedra, y ciertamente no lo consigue. Pero precisamente esa falta de pretensiones la convierte en un producto verdaderamente interesante. Un film que consigue mantenerte dos horas a la expectativa y que no subestima al espectador con un planteamiento sencillo. Además, sus alusiones a temáticas sociales la hacen original. Es una buena targeta de presentación si no conoces el cine de Spike Lee, pues es su película más light en ese sentido. Y si te gustan las pelis enrevesadas e inteligentes, no lo dudes más, el desarrollo de la trama y ciertos diálogos ingeniosos compensarán sobradamente el esfuerzo empleado.

Puntuación: 8.5

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