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domingo, 28 de marzo de 2010

The Night Has A Thousand dollars

Esta noche no me apetecía salir, así que me he quedado en casa viendo fútbol. Luego he leído algo de Fodor que me ha parecido muy aburrido, y eso que el tipo se esfuerza, y se esfuerza mucho. Pero nada Jerry, otro día será, hoy no estaba con la intendidad necesaria para seguirte. Como la filosofía de la mente me resultaba tediosa, he hecho lo que hago siempre que me aburro: recurrir al poker. Es curioso, porque los cálculos mentales necesarios para calcular la equity de tu mano respecto a una apuesta de tu rival basándote en su rango de manos en función del porcentaje de veces que realiza un movimiento determinado en una situación concreta cada vez me salen con más soltura y precisión. Supongo que todo es cuestión de práctica y, que duda cabe, desde hace varios meses practico más poker que filosofía de la mente. Supongo que en algún momento cambiará la situación, pues no quiero dejar a la filosofía de lado, pero cuando el instinto llama, hay que escucharle con atención.

Como iba diciendo, ahí estaba yo, jugando a poker, variando de tres a cuatro mesas simultáneas, según si lo que veía me parecía interesante o no. Como siempre, cerraba y abría mesas cual tiburón acechando a la presa, esperando que en alguna hubiera un maníaco, un calling station con debilidades explotables post-flop o, en general, un gambler con defectos acusados en algunas de las facetas de su juego. Mientras tanto, en el media player sonaban Insomnium, un grupo finlandés que practica el mejor death melódico de la actualidad junto a Dark Tranquillity, concretamente su Above the weeping world, de 2006. Me encanta ese disco. Posee las clásicas armonías del death melódico, la oscuridad y atmósfera depresiva del doom e influencias del folk escandinavo. Una auténtica joya del género. Así que motivado por la música, jugué.

Alrededor del minuto 20 de la sesión, identifiqué algo que entraba dentro de los parámetros que buscaba: un tipo con un stack de 50 dólares y con unas estadísticas que reflejaban que entraba al bote con el 98% de sus manos, que raiseaba preflop el 63% de ellas y que su agression factor era del 12. En otras palabras, un miserable maníaco. Reparé en él (porque cuando multitableas cuesta fijarse en la imagen del resto de jugadores de una mesa, a menos que entre al bote con ellos y analices su stats) cuando, después de raisear preflop una pareja de dieces, él, ocupando la ciega grande me hizo un 3bet. Entonces me fijé en sus estadísticas, e hice call, aunque lo correcto hubiera sido raisearle o tirar la mano. Esto último tuve que hacerlo en el flop ante la presencia de dos overcards en la mesa y, a pesar de que tenía posición sobre él, ver esa apuesta me hubiera comprometido con el bote. Reflexioné sobre la situación: maníaco en la mesa + posición sobre él + stack de 50$ = regalo de cumpleaños con lacito con mi nombre. Ipso facto, cerré el resto de mesas, y me concentré en ésta. Estaba jugando en mesa corta de seis jugadores (como siempre), y en ese momento, decidí cambiar mi estrategia. Jugaría en la mesa viendo muchas mas manos y siendo más pasivo que de costumbre, jugando mis manos fuertes y semifuertes agresivamente, sí, pero con la intención de meter más manos basura en mi rango con el objetivo de rentabilizarlas postflop, lugar donde identifcaba yo que tenía ventaja sobre él. Me aprovecharía de que su rango sería peor que el mío y de su agresividad ilimitada para sacárselo todo. Ese era el plan. En otras palabras, convertir la mesa en un Heads Up con el resto de jugadores como espectadores privilegiados. Acabé sacándole 37 de los 50$ (los otros 20 se los sacaron las dos manos premium de otros dos rivales), en apenas 23 minutos, aunque lo importante sucedió en apenas 1 minuto.

Primera mano: AQs. Raiseo, él en ciega pequeña me hace 3-bet. En ese momento su 3-bet average era del 32%. Podía tener cualquier puta cosa, pero sólo iba a coin flip con el 20% de su rango e iba claramente por detrás frente a AK, QQ y AA, o sea, menos del 10% de su rango. Frente al 70 restante iba claramente por delante. En total, mi equity contra todo su rango era del 67%, decido 4-betearle. Me mete push. Instal call por mi parte. Muestra K2o. Parece que tengo un 63% de equity al river. Va a estar emocionante, pienso, acojonado de que saga alguno de sus outs y de que le haga ganar la mano. Pero no sale ninguno de sus 2s ni ninguna de sus Ks. 13 dólares para el tío Jose.

Y a la siguiente mano...

Segunda mano: TT. Raiseo desde bu. Él en ciega grande, esta vez, me pushea directamente. Temo ir por detrás, pero sospecho que sospecha que le estoy robando, que si tuviera una buena mano la jugaría de otro modo y lecturas aparte, pienso en números. Nuevamente me enfrento al 30% de su rango. De ese 30%, sólo voy por detrás frente a parejas de mano superiores, el 6% de su rango en esa situación. Voy a coin flip frente a broadways sin dieces, o sea, el 17% de sus manos. Frente al 77% restante de sus manos voy claramente por delante. Muestra KQo. Mierda, coin flip, ligeramente a mi favor, pero coin flip al fin y al cabo -pienso. No salen ninguno de sus outs. Gano otros 24 dólares.

El tío pierde todo su stack y abandona la mesa. Yo hago lo mismo y cierro el soft de Everest Poker pensando que en términos absolutos jugué bien, pero que arriesgue demasiado y que tampoco era necesario. Y luego pensé que era parte de la estrategia de jugar en modo heads-up. Miro el media player. Suena:




Cuyo estribillo es un poema de William Bourdillon, poeta del siglo XIX. Su título: The night has a thousand eyes.

The night has a thousand eyes,
and the day but one;
Yet the light of a bright world dies,
when day is done.

The mind has a thousand eyes,
and the heart but one;
Yet the light of a whole dies,
when love is done.

Y pienso que, efectivamente, es verdad.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Do you know what I talk about?



Ahora te diré la respuesta a mi pregunta. Se trata de esto: el Partido quiere tener el poder por amor al poder mismo. No nos interesa el bienestar de los demás; sólo nos interesa el poder. No la riqueza ni el lujo, ni la longevidad ni la felicidad; sólo el poder, el poder puro. Ahora comprenderás lo que significa el poder puro. Somos diferentes de todas las oligarquías del pasado porque sabemos lo que estamos haciendo. Todos los demás, incluso los que se parecían a nosotros, eran cobardes e hipócritas. Los nazis alemanes y los comunistas rusos se acercaban mucho a nosotros por sus métodos, pero nunca tuvieron el valor de reconocer sus propios motivos. Pretendían, y quizá lo creían sinceramente, que se habían apoderado de los mandos contra su voluntad y para un tiempo limitado y que a la vuelta de la esquina, como quien dice, había un paraíso donde todos los seres humanos serían libres e iguales. Nosotros no somos así. Sabemos que nadie se apodera del mando con la intención de dejarlo. El poder no es un medio, sino un fin en sí mismo. No se establece una dictadura para salvaguardar una revolución; se hace la revolución para establecer una dictadura. El objeto de la persecución no es más que la persecución misma. La tortura sólo tiene como finalidad la misma tortura. Y el objeto del poder no es más que el poder. ¿Empiezas a entenderme?


Fragmento de 1984
George Orwell





La continuación de la autoridad en un mismo individuo frecuéntemente ha sido el término de los gobiernos democráticos. Las repetidas elecciones son esenciales en los gobiernos populares, porque nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo en un mismo ciudadano el poder. El pueblo se acostumbra a odecerle y él se acostumbra a mandarlo; de donde se origina la usurpación y la tiranía. Un justo celo es la garantía de la libertad republicana, y nuestros ciudadanos deben temer con sobrada justicia que el mismo magistrado, que los ha mandado mucho tiempo, los mande perpetuamente.


Fragmento del discurso en Angostura
Simón Bolívar


lunes, 22 de febrero de 2010

Las almorranas pueden tener cura

Siempre he sospechado que Youtube era algo así como una especie de ser omnisciente y todopoderoso capaz de escudriñar hasta el final la más mínima relación existente entre dos cosas absolutamente divergentes. Un plano sinóptico de la realidad musical. Bien, esa sospecha teñida de leve fe pero implacable agnosticismo tuvo ayer, a ojos de un servidor, su prueba más poderosa y contundente.

De la cruda manifestación de que el tabasco puede provocar ardor de estómago...



...a la homosexual constatación de que tu esfínter supura pus.


Y todo, a un sólo golpe de click.




lunes, 15 de febrero de 2010

Carnavales

Podría escribir una larga y densa parrafada acerca de como los carnavales suponen una sutil metáfora de la condición humana; un velo por el cual la apariencia y el encubrimiento se erigen por encima de todo lo demás. Algunas personas no celebran los carnavales una vez al año, viven en ellos la totalidad del mismo. Podría escribir sobre eso, decía, pero no lo haré. Y no lo haré porque básicamente no estoy muy convencido de ese discurso, aunque me gusta como suena.

Los carnavales, esa celebración heredera de las bacanales griegas, son el pistoletazo de salida para poner en práctica ideas originales y no tan originales. Como ejemplo de idea original, puedo citar la idea que tuvieron en mi cuadrilla: disfraz colectivo de quién es quién con perfomance incluida para que cualquier par de desconocidos puedan reirse un rato mientras uno de ellos trata de adivinar, a lo sumo en tres preguntas, en quién está pensando el otro. Gran idea.

Yo, en cambio, fui menos original. Me disfracé del Joker de Heath Ledger con resultados más que aceptables. En un bar un tipo se me acercó y me pidió sacarme una foto. Yo acepté. Después me dijo que me había quedado cojonudo. En otro bar pasó lo mismo con otros dos tipos. Frikis ambos también. Un disfraz hecho por un friki sobre la base de un tema friki para el deleite y disfrute de otros frikis. Jodido frikismo que al final deja todo en familia. Como debe ser.

Termino estas líneas mañaneras mostrándoos unos retazos de lo que fue el disfraz.






Why so serious?

No tiene nada que ver, pero os dejo este temazo.




miércoles, 6 de enero de 2010

Cover de Jotun, In Flames

Recién sacada del horno, os traigo una magdalena de 150 metros de altura. Aún quema, así que tened cuidado con la lengua, no os escaldéis.