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martes, 18 de septiembre de 2007

Akercocke - Antichrist (2007)



1. Black Messiah (0:56)
2. Summon The Antichrist (5:14)
3. Axiom (5:14)
4. The Promise (3:36)
5. My Apterous Angel (6:52)
6. Distant Fires Reflects The Eyes Of Satan (2:31)
7. Man Without Faith Or Trust (3:27)
8. The Dark Inside (6:43)
9. Footsteps Resound Of A Empty Chapel (4:19)
10. Epode (2:36)

Quien iba a decir a estas alturas de la película que, tras discazos como The Goat Of Mendes, Choronzon y Words That Go Unspoken, Deeds That Go Undone, estos ingleses iban a parir un disco tan colosal como es este Antichrist. Y es que su creciente "popularidad", más allá de la escena underground, podría indicar una comercialización de su propuesta. Ciertamente hubiera sido lo más sencillo, pero la verdad, me cuesta bastante imaginarme a esta gente, con sus trajes de película de Tarantino y todo su atrezzo, en un escenario tocando metalcore.

Antichrist supone la evolución natural de este quinteto de impíos. Su ya tradicional mezcla de black metal, brutal death y elementos progresivos, en esta ocasión la han profundizado y llevado a otro nivel, de modo que cada parte black suena más black que nunca, cada parte death más brutal y cada trozo progresivo más experimental y fresco. En ese sentido, éste quizá sea el disco más compacto que hayan producido hasta la fecha; tal vez, por ello, sea el disco más definitorio de lo que puede ser su propuesta.

En cuanto a la producción, intencionadamente o no, el sonido final conseguido es bastante crudo y, en ocasiones, demasiado sucio. Este hecho resalta con el trabajo realizado en pasados discos, en los que el sonido obtenido era más bien pulido. Esto podrá disgustar o no a sus seguidores. En mi caso, creo que la decisión ha sido un acierto, pues el tratamiento escogido ayuda a otorgar buenas dosis de maldad, principalmente a los pasajes atmosféricos que suelen crear en base a las guitarras acústicas y los sintetizadores. Pero también es verdad que la batería podría sonar más alta en algunas partes, principalmente en las más abrasivas.

En cuanto a las letras, pues nos encontramos lo típico en esta clase de grupos de índole satánica: referencias al maligno, sexo, mujeres desnudas, orgías, individualismo, materialismo, etc. Bueno, lo típico, hablando con propiedad, igual no: es bastante raro encontrar referencias filosóficas como las de Bertrand Russell o Richars Dawkins en esta clase de grupos. Tal vez por ello, ciertas asociaciones cristianas de Irlanda del Norte, radicadas en Belfast y Armagh (os aseguro por experiencia propia que éste pueblo, el de Armagh, es uno de los más siniestros en los que he estado, precisamente por su cristianismo y puritanismo exagerado, que se respira en el ambiente y se siente en el trato con las personas) protestaron por los conciertos que Akercocke iban a celebrar en dichas localidades por lo que, según ellos, era una mala influencia para la juventud. Hasta llegó a celebrarse un debate entre los líderes religiosos de las comunidades y la propia banda, todo ello en un programa de máxima audiencia de la BBC británica, acerca de la conveniencia o incoveniencia moral del mensaje de los ingleses.

Dicho esto, y para aclarar las cosas aunque resulte innecesario, el mensaje de Akercocke dista bastante del de algunas bandas de Black metal escandinavo de finales de los 80 y principios de los noventa de quemar iglesias, matar gente y violar a las hijas del vecino. Hoy en día, todo eso, parece ya estar superado. Pero quien sienta curiosidad, tiene las letras en la red, y que saque sus propias conclusiones.

Y entrando ya en materia de lo que nos ofrece este Antichrist, en primer lugar, 41 minutos de música. Duración ésta, ligeramente inferior a la de pasadas placas. El disco arranca con la introducción Black Messiah, un corte de menos de un minuto de duración plenamente industrial y que cumple perfectamente su función de hacernos entrar en la dinámica de lo que nos ofrecerá este Antichrist. Summon The Antichrist es la primera canción propiamente en reproducirse. Se trata de una pieza de death metal iracundo, llena de blast beats, en la que, ya en los primeros segundos, se percibe que el sonido de la batería se escucha sensiblemente más bajo que en otras placas, tomando mayor protagonismo la muralla sónica formada por las guitarras y el bajo, y otorgando de este modo al sonido un aspecto más compacto pero menos espectacular o grandilocuente. Destacable el interludio acústico y las voces limpias que impregnan al tema de cierto magnetismo que, sin embargo, no se disipa con la cohesión con las partes más rápidas y potentes. La outro del tema la conforma unos mensajes provenientes del maligno, detalle, éste, cuanto menos curioso.

El primer single elegido para la publicación del disco es Axiom. Y la decisión no podría haber sido más acertada, porque se trata del tema más ganchero de todo el album y todo un tour de force en el que se dan cabida todas las características del grupo. El tema se inicia con unos arpegios en guitarra acústica acompañados de unos blast beats en modo "tranquilo, no hagas mucho ruido, que jodes el climax", y la voz en su faceta más dulce de Jason Mendonca. Rápidamente, y tras unos fraseos, la distorsión se incorpora y llegamos al primer momento épico de la canción. Tras ello, puentean con una parte que incorpora un riff puramente thrash a la que a su vez enlazan con la segunda parte épica de la canción, ya en clave más black. A continuación enlazan con una parte desquiciada a medio camino entre unos Dillinger Escape Plan, con unos riffes disonantes y un bajo con mucho groove, y unos Deicide. Riffes y más Riffes y la caña prosigue hasta que llegamos al tercer momento épico de la canción, esta vez en formato de solo de guitarra al más puro estilo Opeth. En el aspecto lírico, la canción habla del tratamiento que el cristianismo hace de la muerte y destacable es una cita que extraen de Bertrand Russell y que puede oirse al final de la canción. La cita dice: I Believe that when I die I shall rot and nothing of my ego shall survive. No hay mejor resumen para la filosofía del grupo.



Estos tipos conocen perfectamente la teoría que dice que después de un arrebato de cólera lo mejor es un poco de calma. Y así lo hacen en The Promise, un tema lento y pausado, con una estructura cuasi doom, arreglos orientales, la voz grave susurrando unos versos y, en general, una atmósfera muy lograda. Lo curioso del asunto, es que la canción evoca maldad y desasosiego sin recurrir a la violencia, ya sea en forma de contundencia o en forma de rapidez. Con lo cual se demuestra que también conocen la teoría que dice que una canción no necesita recurrir a la agresividad para evocar sentimientos oscuros.

My Apterous Angel es la siguiente en sonar. Comienza con un arpegio de guitarra al que le sigue un palm mute al más puro estilo System Of A Down durante unos breves segundos. Por estructura, la canción recuerda a Axiom en el sentido de ir aumentando la agresividad poco a poco. A mitad de la canción llega un interludio acústico con una línea de bajo muy marcada al más en la línea de Opeth y la voz clara y limpia de Mendonca. Tras esto se nos ofrece una gran demostración de blackenned death metal. El solo llega hacia el último minuto de la canción, con un doble bombo contundente y preciso, y un cierto aroma thrash en los riffes. Sin duda, otra pieza clave en el disco. Distant Eyes Of The Soul Of Satan supone un interludio instrumental y atmosférico de dos minutos y medio de duración. Con ciertas reminiscencias orientales, el uso del sitar y otros instrumentos más típicos de un disco de Nile, la canción te sumerge en el clima de algo así como un ritual ancestral pagano.

Man Without Faith Or Trust es una descarga de brutal death metal técnico. Así que ya os podéis imaginar lo que os encontraréis en esta canción, riffes endiablados, síncopas por doquier, solos desquiciados, y bueno, por tratarse de Akercocke, alguna que otra parte con voz limpia en ciertos pasajes black. Y llegamos a The Dark Inside, una de las mayores sorpresas del disco, una canción que comienza en una línea a medio camino entre el death y el grindcore y que desemboca a los pocos segundos en una parte bastante acentuada de sónido típico pop. Sí, pop. Con guitarras típicas del Indie, batería juguetona y una parte cuasi electrónica en la que la presencia de sintetizadores y un bajo con mucha distorsión toman el mando. Pero el caso es que les queda muy fluida la mezcla. No se trata de dos canciones metidas con calzador en una, sino que realmente han conseguido enlazar las distintas partes con éxito. Curiosa fórmula la de este track, que a buen seguro creará división de opiniones. A mi personalmente, me parece una buena canción y, además, una decisión valiente, digna de cierta apertura de miras.

Footsteps Resound In A Empty Chapel comienza con un riff puramente Slayer, a medio camino entre el thrash y el death. En general, respeta las directrices del sonido impuesto por el resto del disco. Sin estar mal el tema, tampoco consigue decir demasiadas cosas nuevas. El final del disco llega con Epode, canción ésta, que no se si interpretarla en serio o como un gesto cómico. Imaginaros un corte intimista, con no demasiada ornamentación más allá de la necesaria y con ciertas reminiscencias a lo último de Anathema. Imaginaros una balada en esa onda y luego ponedle de letra una oda a Satanás. Ciertamente, me decanto por la segunda opción hermenéutica. Ahora bien, queda pendiente la cuestión de si comprenderla como una sátira al satanismo corriente o como una sátira a bandas con la pecuiar trayectoria de Anathema. Eso ya no lo sé. En cualquier caso, es una canción curiosa.

Resumiendo un poco estas líneas, este Antichrist supone la evolución lógica de Akercocke. Una evolución que sigue siendo fiel a las raices de la banda, tanto en su faceta más brutal y contundente como en su lado más experimental. Quizá encontremos menos virtuosismo que en pasadas entregas. Sin embargo y por contra, encontramos una propuesta mucho más sólida y compacta; más madura y, en definitiva, una síntesis de que ha sido, es y probablemente será Akercocke. Si no los conoces, este Antichrist es una buena tarjeta de presentación. Si ya los conoces, a buen seguro no te defraudarán. En cualquier caso, se trata de un disco que gana con las escuchas. Muy recomendable.

Me quedo con: Axiom, The Promise, My Apterous Angel, The Dark Inside
Si te gustan: Opeth, Cynic, Nile, Enslaved, Behemoth, Emperor, Slayer

Valoración: 9.1 /10

3 comentarios:

morinn dijo...

sorry for this superficial comment but I think you look strangely like Robb Flynn! :D

Ignatius Reilly dijo...

Jaja, That is the first time that someone sais it to me! I think that this means I haven't got personality... I hope this is wrong!

Unknown dijo...

akercocke están muy bien aunque la postura satanista de corte "church of satan" parece un poco forzada por markting.

dices que no te los imaginas en un escenario con la pinta que llevan, cosas peores se ven por ahí.

today is the day sin ningún tipo de parafernalia están teniendo bastante éxito aunque en estos tipos de música el maquillaje y la teatralidad vendan tanto.