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viernes, 4 de enero de 2008

En torno a la ópera

Bien puede decirse que la ópera se ha convertido en la perdición de la música. Ésta se ve obligada a plegarse y amoldarse a una fábula carente de gusto y a seguir el paso de sus desordenados sucesos. Además, la suntuosidad tan infantil como basta de los decorados y vestidos, las extravagancias de los bailarines y la exiguas faldas de las bailarinas distraen nuestra atención y la apartan de la música.

En la ópera, la música se torna miserablemente con un intento insulso y seudopoético, tratando a duras penas de levantar cabeza bajo el peso de esa carga extraña que se le ha impuesto.

Siendo rigurosos, podríamos decir que la ópera es un invento amusical al servicio de los espíritus carentes de sensibilidad musical, a los cuáles sólo es posible acercar a la música a través de de un medi
o extraño a ella; por ejemplo, poniéndola como acompañamiento de una historia de amor extremadamente embrollada y trivial, y de sus vacíos gracejos poéticos.

La gran ópera es de suyo, por su propia naturaleza y esencialmente, aburrida: a lo largo de sus tres horas de duración nuestra sensibilidad musical va quedando cada vez más embotada, mientras que, al mismo tiempo, un argumento casi siempre de lo más tonto y que avanza a paso de tortuga pone a prueba nuestra paciencia.


Debido a la excesiva duración de las óperas, por lo general, el último acto se convierte en un martirio para los oyentes y en otro todavía mayor para los cantantes y músicos; uno podría llegar a creer que tiene ante sí a una asamblea de personas que, reunidas al objeto de autoflagelarse, persigue ese objetivo con tesón, hasta que llega un final por el que todos, en secreto, llevan suspirando largo tiempo, menos los que ya han desertado.


***

No lo digo yo; lo dice el gran Él.


Schopenhauer, A. El Arte de insultar. Edaf, 2000.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué bueno. Sin embargo, creo que deberías conocer esta importante noticia antes de citar a "Chope" como autoridad. :)

¡Jajaja!

Feliz año nuevo.

Ignatius Reilly dijo...

Que grandes son esponjiforme