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miércoles, 11 de febrero de 2009

La gran revelación

Ayer vi por segunda vez Los Cronocrímenes, el invento de Nacho Vigalondo. La peli es cojonuda, o al menos buena, no se puede negar, pero si se la quiere disfrutar, mejor dejar la filosofía a un lado. Si dejas los prejuicios lógico-metafísicos que acarrean los viajes en el tiempo y te centras únicamente en la coherencia de la peli tomada aisladamente de todo lo demás, la cosa gana enteros. A mis compis de piso ayer les pasó lo que a mí cuando la vi en el cine: no se abstrayeron del intento filosófico de dar una coherencia al bucle infinito que los viajes en el tiempo provocan. Y, claro, la peli les dejó una sensación agridulce porque cuando Héctor 1 mira por los prismáticos por primera vez, ve a un Héctor, por llamarlo de alguna manera, 0. Quien haya visto la peli entenderá esto. La cosa es que la peli conforma un bucle causal que se prolonga indefinidamente hacia atrás, y también indefinidamente hacia delante. Es un problema causal, no hay que entenderlo temporalmente, pues la línea temporal es la misma (la explicación del espejo en la peli ahí cojea). En este sentido, lo que me mola de la peli es el determinismo que provoca, que hace que todo encaje durante el visionado de la cinta.

¿Porqué os hablo de todo esto? No lo sé, puede que sea porque estos días he estado a vueltas con Kripke, con su Naming and Necessity, y el visionado de Los Cronocrímenes me ha llevado a poner a prueba su teoría de los designadores rígidos. Aquí Los Cronocrímenes funciona a modo de situación contrafáctica o de experimento mental. Pero bueno, tampoco voy a decir más, pues a muchos filósofos les parecerá que Los Cronocrímenes violan (o no satisfacen) ciertas condiciones metafísicas (de lo metafísicamente posible), y a otros les parecerá que lo que violan son nada más y nada menos que el reino de lo lógicamente posible. También habrá filósofos que pensarán que toda la camada de Héctors es perfectamente compatible con la noción de designador rígido. Por eso, de momento, prefiero callarme.

Sea como fuere, tampoco os iba a aburrir con todo eso. Lo que voy a hacer es presentaros un corto perpetrado por las huestes de La Hora Chanante, contando como escudero real a Nacho Vigalondo (ese era el nexo...). Me imagino que habrá bastantes que ya lo habréis visto. Bueno, la cosa estará al 50%. Así que para los que no, disfrutad, y para los frikis, taluego.



6 comentarios:

Pablo Hernando dijo...

En Los Cronocrímenes hay un bucle causal, que es un tipo de paradoja temporal y por tanto hay que entenderlo temporalmente. La línea del tiempo es la misma, sí, pero no es una recta (que creo que es a lo que te refieres cuando dices línea). La explicación del espejo no cojea.

Ignatius Reilly dijo...

En lo de que es causal estamos de acuerdo. Pero cuando digo línea significo línea. No se que aspecto tendrá el tiempo representado sobre una hoja de papel, pero creo que todos estaríamos de acuerdo en decir que sería de la forma de una simple y aséptica línea. Si es recta o curva, y si es curva, de qué tipo, no me meto. Bien, ahora viene lo que creo que estamos en desacuerdo.

Cuando aparece el dibujo de la "Z", caben al menos dos interpretaciones para ese tipo especial de línea (si es recta, en realidad, hablaríamos de tres líneas, bueno esto da igual): Causal y Temporal. Y las dos creo que son falsas. Si es causal es falsa porque cuando se viaja hacia atrás lo que se causa "desde el futuro" es propiamente un suceso del pasado, pero en la misma línea temporal, no en alguna suerte de paralelo. De ahí el bucle. Y si es temporal, bueno, lo mismo de antes: la línea temporal es la misma, los tres hectors están, han estado y estarán siempre ahí, trazar un paralelo es incorrecto.

Con esto que queda de lo del espejo? Pues que parece que es un modo de hacer entender a Hector que el Hector que ha visto por los prismáticos era "él" hace unos minutos (hora y media creo). Bueno, es él y a la vez no es él (esto da igual o sólo le importaría a kripke). Digamos que es su reflejo, aunque esta metafora tampoco aclare la del espejo. Creo que este es el sentido que a primera vista mejor capta el significado del dibujo. Que mejor lo capta hasta que te preguntas como un reflejo, una imagen especular, puede causar cosas desde su lado del marco al otro lado.

No se si se entiende. En realidad, tampoco importa mucho.

Pablo Hernando dijo...

El caso es que decir que la línea causal de un bucle causal es falsa es estúpido porque un bucle causal es una paradoja.

Ignatius Reilly dijo...

No me has entendido porque yo no he dicho eso. No digo que la línea causal de un bucle causal sea falsa, digo que la "interpretación" del dibujo en forma de z es falsa si la interpretación del dibujo es causal, pues no hay paralelo alternativo a la línea de la que se parte (no es otro "mundo posible"/"estado de cosas alternativo", es el mismo). No he dicho cual sería el dibujo correcto si la interpretación fuera causal y ese fuera el mensaje a transmitir, así que la digo ahora: sería un círculo, una elipse o algo del estilo (en esto reside la paradoja: que tenemos la intuición de sentido común de que un suceso del futuro no puede causar uno del pasado y aquí esto se da; pero esto estrictamente no es una contradicción pues el sentido común podría estar mal) (no hay que confundir con la línea temporal este mero concurrir de causas y efectos). De todas formas tampoco creo que el dibujo quiera explicar eso. A héctor no le conmociona un problema metafísico de tipo causal, sino más bien el hecho bruto de verse a si mismo. Como explicación de eso, la línea "puede" (con ese propósito explicativo) estar bien. El punto es que como principio para una explicación completa de la causalidad y el tiempo, yerra.

Pablo Hernando dijo...

Vale, es que la frase era ambigua.

Y es verdad, la escena del dibujito no está ahí para señalar el bucle. Lo que no entiendo es por qué analizarla como tal.

Ignatius Reilly dijo...

Ocio